Como cada año, la Villa de Ines despierta del invierno rodeada de verdes campos y viñas que a su vez se entremezclan con el cielo azul y las flores silvestres. Un panorama que solo los privilegiados que nos visitan tendrán la suerte de disfrutar. Un paseo por el pueblo, por el campo libre de contaminación, disfrutando de la ausencia de ruidos y con la calma y el relax que manan en este noble pueblo. ¿Se os ocurre mejor plan para la primavera y el buen tiempo?
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