6. El Lagar

Información

Galería

Audiovisual

Ubicación

El vino en la Villa de Ines ha tenido y tiene un significado muy importante en el día a día de este pueblo. Desde 1982, Ines pertenece a la Denominación de Origen Ribera del Duero, una de las denominaciones vinícolas con mayor prestigo internacional.

Ines es parte indiscutible de los pueblos sorianos que dan forma a la ruta de la Ribera del Duero en nuestra provincia. Villa de vino y viñedos, de bodegas y lagares, es en este último punto, precisamente, es donde empieza nuestra aventura por el mundo del vino dentro de Ines.

El Lagar

El Lagar

En este enclave en el que nos encontramos, antaño se levantaba un lagar de la villa que daba servicio a todos los vecinos. Pero no era el único, en Ines se contaban al menos una docena de lagares que se ponían a pleno rendimiento con la llegada del otoño y la uva ya en su punto, los primeros días de octubre traían consigo la vendimia.

De forma manual y con cuidado de no estropear el fruto, los vendimiadores retiraban de las vides los racimos de uva para depositarlos en cestos (cunachos) con destino a el lagar, el edificio lugar de prensado, dedicado a la elaboración y crianza del vino.

Por turnos o «lagaradas«, los vecinos se acercaban hasta el lagar con sus uvas para proceder a realizar su pisado y prensado primero, para después despalillar y separar el hollejo (rampujo) de la pulpa y conseguir así el preciado mosto.

El pisado que antiguamente se realizaba y que tanto a servido para representar la vendimia, se solía hacer con los pies desnudos.

Como curiosidad, comentar que esta prensa donde se pisaba la uva recibía el nombre de «lagar», de ahí que al edificio se le llame también por el mismo nombre. Su recipiente inferior donde se recogía el zumo obtenido era conocido como «trullo».

Como vemos, el lagar era parte indispensable para transformar la uva durante la vendimia, para elaborar y depositar la selección de mostos que pasarán por el delicado proceso de fermentación que los convertirá en el rico vino de la Ribera del Duero soriana.

El proceso de fermentación del vino dura entre 8 y 15 días y se desencadenada por las levaduras o microorganismos presentes en la piel de la propia uva cuando cuece el vino. Una vez que el mosto ha fermentado (cocido) este caldo se trasiega a las cubas donde reposará y terminará de convertirse en vino. Durante este tiempo las impurezas y partes sólidas del mosto van quedando en el fondo de la tinaja, por lo que se trasiega de dos a tres veces hasta conseguir un vino limpio y fluido, momento en el que almacenarlo en las bodegas.

No debemos confundir el lagar con una bodega. El lagar es el lugar donde se transforma la uva durante la vendimia, donde se extrae y elabora el mosto y donde se recogen los depósitos de selección de los mostos.

Bien es cierto que el lagar disponía también de una bodega con grandes tinajas donde guardar el vino, pero este preciado caldo de la Ribera del Duero reposaba y adquiría todos sus matices organolépticos en las cuevas-bodegas que tendremos el placer de conocer en la 8ª parada.

Con el paso del tiempo y la despoblación, este antiguo lagar, al igual que el resto, entró en desuso hasta que finalmente llegó a desaparecer.

Imágenes de hoy, ayer y siempre

Fuente: Propias. Vecinos. Musa Confusa

Tocar las flechas para avanzar o retroceder

Ines, tesoro de la Ribera del Duero